Porque no hace falta un gran viaje, para tener una gran experiencia.
Una de las discusiones que solemos tener a menudo Raissa y yo, es acerca del significado que tiene para cada uno la palabra viajar. Para mí, consiste en salir de mi lugar de residencia hacia otra ciudad o pueblo, y permanecer, a ser posible, varios días en el destino elegido. Para Raissa, el término tiene un significado totalmente contrario al mío. El simple hecho de conocer un lugar nuevo que le reporte algún tipo de experiencia, es suficiente para que lo considere un viaje. Esta visión hace que la distancia y el tiempo de estancia, sean, a su juicio, dos factores totalmente secundarios. El debate volvió a resurgir a consecuencia del título de la publicación, ya que el pantano de El Chorro se encuentra a escasos 54 kilómetros de Málaga, lugar donde residimos, y sólo permanecimos en él un día. Cómo ya habéis podido observar, su teoría se impuso a la mía, quedando, de esta manera, zanjado el debate.
Como ya he comentado, la distancia es relativamente corta si emprendemos nuestro viaje desde Málaga capital. Hay varias formas de llegar, incluyendo el tren, pero nosotros decidimos, en esta ocasión, optar por el coche. Aunque en la parte final del trayecto nos encontramos con una carretera con muchas curvas, el estado de ésta era muy bueno, lo que nos permitió disfrutar de espectaculares vistas durante todo el camino.
La zona ofrece varias posibilidades para poder pernoctar, entre las que se incluyen un camping; no obstante, decidimos instalarnos directamente en la naturaleza. Pasamos todo el día conversando, riendo, bañándonos en la presa e incluso alquilamos una especie de hidropedal para que se divirtieran los más pequeños, y los que no lo somos tanto.
A pesar de lo mucho que disfrutamos, nos quedamos con las ganar de realizar el Caminito del Rey, una de las atracciones turísticas más fascinante de la provincia de Málaga. El camino está adherido a las paredes del Desfiladero de los Gaitanes, contando con 3 kilómetros de longitud, y tramos que, en ocasiones, no superan el metro de anchura. El recorrido se inicia en el término municipal del Ardales, pasa por el de Antequera, y finaliza en El Chorro, perteneciente al municipio de Álora. En primera instancia, fue proyectado con la idea de facilitar el paso de los operarios a la ya extinta Sociedad Hidroeléctrica de El Chorro. Sus obras tuvieron una duración aproximada de 4 años, entre 1901 y 1904; y su nombre se debe al monarca Alfonso XIII, quien asistió a la inauguración de la presa del Conde del Guadalhorce en 1921. La gente de la zona al ver transitar al rey por el mencionado camino, lo rebautizaron con el nombre “Caminito del Rey”. La primitiva construcción terminaría siendo abandonada, quedando destruidas barandillas y parte del pavimento. Pese al evidente deterioro, muchos fueron los excursionistas que no se resistían a visitarlo, lo que hizo que se produjeran una serie de accidentes mortales, precipitando, de este modo, su clausura en el año 2000.
En 2014 se iniciaron las obras para llevar a cabo su restauración, finalizando al año siguiente. Su reapertura al público se produjo en marzo del año 2015, convirtiéndose, desde ese momento, en uno de los principales reclamos para el turismo nacional e internacional.
El no poder viajar a destinos más lejanos por causa de la pandemia, hizo que nos decantásemos por un lugar más tranquilo y cercano. En ocasiones dejamos de conocer sitios increíbles por el hecho de estar cerca, pensando que siempre tendremos la posibilidad de hacerlo en un futuro. En esta ocasión, pudimos disfrutar de estar en contacto con la naturaleza, lo que nos llevó a reflexionar sobre la propia existencia. Sin querer influir en las creencias personales de nadie, pensamos que semejante maravilla no puede ser fruto del azar, argumento que nos induce a creer en la existencia de Dios.
Clicando aquí podréis entrar en la página oficial de El Caminito del Rey. Os recomendamos que, si tenéis interés en visitarlo, compréis las entradas con antelación debido a la creciente demanda.
Si no podéis visitarlo y os habéis quedado con ganas de más, tenéis la posibilidad de realizar una visita virtual clicando aquí.
Si todavía queréis más, tenéis una crítica de Jesús sobre una exposición de fotografías de El Caminito del Rey, publicada en la revista de la Universidad de Málaga: Apuntes de Arte.
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